Vuelven los exámenes… ¡y vuelven las excursiones! Y es que ¿qué mejores fechas hay para tomarte días libres que cuando no los tienes?
Todo empezó el miércoles tras las prácticas de acuáticas de la Sotonera… “Hay que hacer algo ya, ¿eh? ¡El viernes barranco!” “Bua, tengo 2 exámenes, la presentación de Didáctica…”
Todo empezó el miércoles tras las prácticas de acuáticas de la Sotonera… “Hay que hacer algo ya, ¿eh? ¡El viernes barranco!” “Bua, tengo 2 exámenes, la presentación de Didáctica…”
Viernes…
A las 2 de la tarde quedamos para comer y salir: Ana, Miren y yo, y avisamos a Alberto y Lucía, que ni se lo pensaron, aunque a los pobres los tuvimos en vilo hasta media hora antes de salir (sí, no sabemos planificar, aquí sólo se improvisa).
El caso es que de repente a Ana le sale una entrevista de trabajo en Gurrea… ¡pues a Gurrea de excursión!
Por fin a las 4 de la tarde salimos de Huesca para el ¿Barrasil? Al final cambio de planes, tenemos cuerdas así que ¡al Formiga!
Bueno, entre que se atasca la cuerda con la mochila en medio de la cascada, la otra que se piensa media hora si saltar o no, la otra que si se resbala… salimos del barranco cerca de las 9, ¡todo un récord! jaja
Como ya es tarde para ir a Riglos a escalar, cenica en el Venus y para casa… “¿y mañana al final qué? Para ir a Biescas andando ya mal*, así que la vuelta de Tramacastilla”
*Uno de esos planes ingeniosos que se nos ocurren… ¿Que el domingo hay carrera en Biescas? ¡Pues vamos andando!
*Uno de esos planes ingeniosos que se nos ocurren… ¿Que el domingo hay carrera en Biescas? ¡Pues vamos andando!
Sábado…
10 de la mañana: Miren y Jara preparadas para salir.
De repente a Jara se le ocurre la genial idea de hinchar la bici antes de salir y… ¡pinchazo! Ala, a comprar cámaras que va a ser lo más rápido… (IGUAL) 45 minutos para comprar cámaras, llega a casa de Miren… ¡MIERDA! Las cámaras no valen, vuelta a la tienda, no había, a otra tienda…
A las 11 y pico saliendo de Huesca hacia Tramacastilla. Entre pitos y flautas la hora de comer, pero si comemos en condiciones ya no salimos. Nos apretamos un paquete de “morenitos” entre las dos y ¡para arriba!
La vuelta preciosa, pasamos por el ibón de Tramacastilla, por el ibón de Piedrafita… el caso es que iba todo viento en popa hasta que decidimos volver por la senda que sale del ibón hacia Piedrafita, total, media hora más… En ese mismo momento comentamos que eso suena a liada de las nuestras y ¡BINGO!
La senda que parecía evidente dejó de serlo y tuvimos que echar mano de la orientación (¡por una vez llevábamos mapa!) y tras cruzar un par de barrancos, echarnos la bici al hombro unas cuantas veces, pasar por árboles-catapulta y descubrir a un grupo de híbridos entre la cabra y la vaca, llegamos a Piedrafita.
¡Pero la historia no acaba aquí! “¿Qué, carretera o camino?” ¿Qué elegimos? Camino, por supuesto, que parece que va más recto… ¿Alguien se imagina a dónde iba a parar el pedazo de pedregal que cogimos? ¡A la carretera! jajaja
¡Ya era hora de una excursión en condiciones!
Y ahora… ¡a estudiar!